"Cuando veo a Max, Senna me viene a la mente. Esta es la primera vez que digo algo así, porque era bastante cercano a Ayrton y creo que él fue el mejor: en su personalidad, en su pilotaje, resultados y preparación. Él era diferente de todo el mundo. Siempre he respetado eso, de manera que evité comparaciones, pero con Max es difícil no hacerlo. Fue espectacular. Siempre estaba probando nuevas líneas, incluso detrás del coche de seguridad estaba estudiando el circuito. Los ingenieros de los otros equipos estaban incluso diciendo a los pilotos de imitarle", ha explicado Gerhard Berger.
La verdad es que Max Verstappen dio un recital y nos demostró que bajo esas condiciones no eran necesarias tantas banderas rojas, sino saber cómo manejar la situación y seguro que el piloto holandés se lo pasó bien en esas vueltas finales, aunque tuvo algún susto en carrera que casi le deja contra los muros. Pero supo manejarse bajo el chaparrón de Interlagos y Berger asegura que les dio a todos los demás pilotos una lección de pilotaje.
"Él sabía exactamente qué hacer, y es increíble a esa edad. Vio y encontró líneas imposibles, haciendo parecer a los demás unos colegiales. Su control del coche, tal y como se vio en el incidente de la recta, fue una locura. Sigue recibiendo criticáis y se muestra, a veces, arrogante contra esas críticas, pero creo que se lo puede permitir", ha concluido Berger.