Marcus Ericsson ha sido una de esas personas. Admite que al conocer la noticia se impresionó por eso habló con sus ingenieros y personal de pista para tratar de busca una explicación: "Esta decisión me sorprendió mucho la primera vez que la oí. Pero entonces, hablé con los chicos en la pista y en la fábrica, y escuché su razonamiento sobre la importancia de los cambios aerodinámicos para el próximo año. Somos un equipo muy pequeño, y de esta manera podemos concentrarnos mucho más en desarrollar el coche para el próximo año. Eso tiene sentido para mí. Confío en lo que me dijo el equipo", acepta.
Por otro lado asegura que el tema financiero de los suizos está más que solucionado y no será un problema el año que viene: "No es una cuestión dictada por dinero o cualquier otra cosa, creo que es lo que mejor va a funcionar en el equipo para la próxima temporada", añade.
Finaliza comentando la situación actual de Toro Rosso con un motor de 2015 congelado. Ericsson confirma no ser eso un problema; desarrollarán un buen chasis conociendo ya el motor que van a llevar desde un primer momento.
"Ves a Toro Rosso y ves lo que pierden en recta este año, pero todos los ingenieros con los que hablé están convencidos de que esta es la ruta correcta. El chasis no está en el nivel que preveíamos para este año, y pasar el invierno sin conocer el nivel del siguiente paquete sería aún más doloroso. Ahora con los recursos con los que cuenta el equipo se puede impulsar el chasis. Si sabemos que motor tenemos, realmente podemos empujar en el desarrollo del chasis. Así que entiendo la decisión, que ahora tiene sentido para mí", finaliza.