"Sinceramente, necesitaba este descanso. Tenía mucho estrés, pensamientos y una presión cada vez mayor. Esa presión llegó a un punto incontrolable, pero por suerte he conseguido despejar mi mente con las vacaciones. Por desgracia, llegábamos a dos circuitos muy difíciles para el equipo, Spa y Monza, pero pude trabajar 'en la sombra' y optimizar algunas cosas. También percibo que mi ingeniero está mucho más relajado, algo muy positivo para mí", comentaba Daniil.
"Ahora llegan tres o cuatro carreras donde podemos ser más competitivos debido a que tendremos más curvas y menos rectas. Aún así, no va a ser nada fácil, pues necesitaremos hacerlo todo a la perfección, pero saldremos a la pista e intentaremos divertirnos", concluía el de Toro Rosso.