No obstante, los rivales han ido cosechando los frutos de las mejoras en el desarrollo de sus motores, y Toro Rosso empezó a sufrir son su unidad Ferrari de 2015, ya que ahora ocupa la séptima plaza en la clasificación general. El chasis es uno de los mejores de la parrilla, pero el equipo ha estado teniendo problemas para exprimir al máximo el paquete aerodinámico introducido en Alemania.
Como resultado, la escudería no ha tenido más remedio que llevar a cabo varias pruebas en las últimas carreras para identificar los problemas. "No puedo quejarme sobre la manejabilidad; todavía hay muchos análisis en marcha para ver si podemos volver a donde estábamos. Si no lo logramos, seguiremos así", explica Sainz, que terminó 15º y doblado en Italia.
"Ahora, es importante que para Singapur tomemos una dirección, nos comprometamos con ella y nos aseguremos de que durante todo el fin de semana en Singapur nos quedamos con una configuración, un paquete aerodinámico. Esta podría ser nuestra última oportunidad clara de sumar puntos esta temporada", añade el español.
Además, Sainz añade que Singapur, donde acabó noveno en 2015, será la gran prueba para las mejoras. Si Toro Rosso sufre en Marina Bay, el piloto vaticina muchos problemas en las seis carreras restantes: "Si no rendimos bien en Singapur, entonces estaría muy preocupado. Esperaría una segunda mitad de temporada muy complicada y estaríamos rezando para que lloviera. Pero si estamos entre los diez primeros en Singapur, entonces podemos ser optimistas y pensar que no vamos a pelear por ser 16º".