"Nunca podría imaginar la F1 sin Monza. Sería una pesadilla. No puedo esperar a volver a la pista con todos esos fans, la pasión, las banderas, los niños y los adultos que hacer cola para un autógrafo o selfie. Es mágico", comentó el alemán en declaraciones a Corriere della Sera.
Algunas personas creen que los malos resultados de Vettel y Ferrari se deben a la mala suerte, algo que Vettel descarta rápidamente: "No pienso en eso (de la mala suerte). A veces sale bien, otras veces no. En la fórmula 1, todo está en el límite y detrás de cada problema hay una explicación. No (es el mismo caso que en 2014), ese año casi no podía conducir a principios de la temporada con enormes problemas técnicos, algo que vino después de cuatro títulos mundiales consecutivos. Cuando me di cuenta de que no era capaz de defenderme de ellos, la sensación era realmente horrible".
Así, Sebastian Vettel se muestra sincero respecto a las opciones del equipo italiano de llegar a lo más alto del podio durante las carreras restantes: "Hemos trabajado duro para recortar la diferencia con los Mercedes, pero es inútil ocultarlo: todavía no somos lo suficientemente competitivos para ganar una carrera".
Preguntado sobre si Ferrari será su último equipo en la F1, Sebastian Vettel no da una respuesta de momento: "¿Por qué me preguntas eso, piensas que soy tan viejo? No he pensado en ello, porque está demasiado lejos. Mi mayor reto es ganar con Ferrari, y requiere todo mi corazón y energía".
Por último, Sebastian Vettel descartó que hubieran problemas en la relación con su actual compañero de equipo después de haberse tocado en pista en varias ocasiones en 2016: "Nos apreciamos y respetamos el uno al otro y eso es muy bueno para el equipo. Los dos queremos ganar y sabemos que todavía no somos capaces de hacerlo, por lo que estamos tratando de ayudar con el coche tanto como sea posible".