"Voy a completar dos temporadas ya con el motor menos potente de toda la parrilla y, la verdad es que esto me ha hecho más fuerte como piloto. En comparación con el Sainz que debutó en Australia 2015, no tengo nada que ver ahora; he aprendido a controlar muchas cosas durante la carrera y creo que mis resultados lo demuestran. Soy capaz de sacar ese 'plus' de rendimiento, que antes no esperaba poder sacar. Sin duda, esta situación me ha ayudado a ser un piloto más fuerte y consistente en la pista", comentaba Sainz.
El piloto español ha logrado puntuar en seis de las últimas ocho carreras disputadas, mientras que su compañero Daniil Kvyat solo ha conseguido sumar dos puntos, terminando 10º en dos de esas ocho citas. Carlos asegura que la desventaja de tener menos potencia significa que no te puedes permitir cometer errores en pista ya que, debido a la escasa velocidad punta del STR-11, la posibilidad de rectificarlos puede no existir.
"Apenas te puedes permitir cometer errores. Además, cuando tienes la oportunidad de adelantar a alguien, debes de asegurarte de aprovecharla y hacerte con la posición; esa oportunidad puede ser la primera y la última de adelantar un Renault, Force India, McLaren o cualquiera de nuestros rivales. Son este tipo de situaciones las que me fortalecen y me aportan experiencia para seguir hacia delante", añadía el madrileño.
El director técnico de Toro Rosso, James Key, ha notado ese aumento de confianza y experiencia por parte de Sainz, y cree que esto ayuda al equipo a la hora de realizar el programa planeado para cada gran premio. "Podemos aprovechar las jornadas del viernes un poco más gracias a la confianza que ahora tiene. Gracias a él obtenemos más datos interesantes que nos ayudan a progresar. Además, cuando llega la clasificación y la carrera, Carlos sabe perfectamente lo que tiene que hacer, y lo hace. Hemos apreciado una mayor consistencia por parte de Sainz, lo que se traduce en rendimiento", señalaba Key.