Kvyat, que clasificó en una pobre decimonovena posición, recuperó cuatro puestos y acabó 15º, un puesto por detrás de su compañero de equipo, Carlos Sainz. Además, el ex de Red Bull ha añadido que Christian Horner, su antiguo jefe en el equipo grande, habló con él tras notar que el ruso no era él mismo en Hockenheim.
"Sentí que mucha gente que conozco ha visto que no he sido yo mismo en las últimas semanas, incluido Christian. No necesito que nadie sienta lástima por mi, ya que creo que todo el mundo pasa por esas cosas en la vida. Sin duda, la clasificación fue un momento difícil, pero en carrera sentí que di dos pasos adelante", explica Kvyat.
Cuando se le preguntó después de la carrera si intentó algo diferente para mantenerse centrado en el Gran Premio, Kvyat respondió que realizó la misma preparación que siempre: "Nada especial, solo me subí al coche e hice mi trabajo, sin pensar demasiado en ello o analizarlo en exceso. Simplemente conduje con mi instinto y surtió efecto. Imagino que así lo enfocaré ahora, ha funcionado bien y debería ir mucho mejor en la segunda mitad de año".