"Tengo un dulce recuerdo de Budapest en 2015, cuando ganamos la carrera después de un comienzo fantástico. Creo que es un gran lugar para estar, hay muchos seguidores, bastantes de ellos hablan alemán, ya que viajan desde Alemania y Austria. Además, están todos los húngaros, que, por lo general, son muy entusiastas y están felices de que la Fórmula 1 esté en su ciudad", explicaba el piloto alemán.
El circuito de Hungaroring es uno de los más exigentes del calendario para el piloto, ya que apenas hay distancia entre una curva y otra, por no hablar de la estrechez de la pista. No obstante, Hungría siempre suele estar entre los circuitos favoritos de los pilotos, lo que demuestra su espíritu competitivo.
"La pista en sí es relativamente corta y a menudo se la compara con Mónaco, sólo le hace falta los muros. Está la recta principal y después una gran cantidad de curvas; no hay mucho tiempo para descansar en el medio. Esto hace que sea bastante difícil y físicamente un gran reto para los pilotos, porque hace mucho calor y la pista está llena de baches, pero creo que, en general, es un lugar a donde nos encanta ir", concluía Vettel.