Las concretas y estrechas características típicas del Hungaroring generalmente han favorecido a Red Bull en años anteriores, como en 2014, cuando Daniel Ricciardo se llevó la victoria. Sabiendo que es la única pista en la que Mercedes aún no ha ganado desde que llegara la nueva era turbo, Wolff apunta en Autosport: "Nos enfrentamos a un reto totalmente diferente en Budapest. Este circuito no nos fue bien en los dos últimos años, y juega en favor de nuestros rivales. El Red Bull, por ejemplo, es un coche que funciona bien donde el alto agarre mecánico no se penaliza tanto como en otros circuitos".
A pesar de que la pista húngara fue el escenario en el que Hamilton logró la primera victoria para Mercedes en 2013, desde entonces el inglés ha tenido malos fines de semana en la ciudad europea. En 2014, su tercer puesto llegó de la nada después de un incendio en clasificación y de ciertas órdenes de equipo en carrera, mientras que el año pasado se salió de pista en la primera vuelta y, más tarde, se ganó una sanción por colisionar con Ricciardo.
No obstante, el vigente Campeón del Mundo, que se encuentra a tan solo un punto de distancia de Nico Rosberg en la general, ha indicado que está impaciente por llegar a Budapest después de sumar cuatro victorias en los cinco últimos Grandes Premios. "Me siento fresco, poderoso y confiado de cara a Hungría. Es un circuito que, por algún motivo, siempre le ha ido bien a mi estilo de conducción, y siempre he tenido mucho apoyo aquí. Los dos últimos años no fueron demasiado buenos en Budapest, desde luego, pero sé que tengo el ritmo, así que esta vez voy a conseguirlo".