Apagados los semáforos, Rosberg mantenía la primera posición en la carrera, dejando a raya al Ferrari de Sebastian Vettel y al Red Bull de Daniel Ricciardo. La salida ha sido bastante limpia: tan solo Jolyon Palmer y Felipe Massa se han ido largos en la primera curva, pero ambos han podido reincorporarse a la carrera. Desde ese momento, el Gran Premio se ha disputado de forma tranquila y sin la interrupción de ningún coche de seguridad.
En las primeras vueltas, Lewis Hamilton, que arrancó décimo tras una mala clasificación, se quedaba atascado en esa misma plaza durante varias vueltas, perdiendo tiempo con los líderes. A pesar de ello, gracias a la estrategia en boxes y su buen ritmo, el inglés ha podido cruzar la meta en la quinta posición, justo la misma que logró su compañero de equipo hace tan solo una semana en Canadá. Debido al resultado, la diferencia en el Mundial de Pilotos entre ambos pilotos de Mercedes aumenta hasta los 24 puntos.
En el apartado de los abandonos, Toro Rosso se ha llevado la palma en Azerbaiyán. En la vuelta siete, Daniil Kvyat detenía su monoplaza por un problema en la suspensión. Más adelante, en la vuelta 33, Carlos Sainz hacñia exactamente lo mismo y en la misma zona. El español también abandonaba la carrera por el mismo problema que su compañero ruso. A ellos se les ha unido Fernando Alonso, que tras un Gran Premio razonalmente bueno, ha tenido que abandonar en la vuelta 44.
Cabe destacar en esta carrera el excelente rendimiento que ha tenido Manor, sobre todo con Pascal Wehrlein. El alemán no solo ha tenido buen ritmo, sino que además se ha llegado a colar entre los diez primeros y sumar varias vueltas consecutivas en la zona de puntos. Por desgracia, el joven piloto también abandonaba la carrera en Bakú, aunque en este caso lo hacía en la vuelta 41 y por un problema de frenos en su monoplaza.
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Europa 2016