No obstante, cuando se le pidió que calificara su temporada de cero a diez, el Campeón de 2007 dijo: "No necesito poner ningún número. Estoy seguro de que podría haber hecho algunas cosas de mejor manera, pero hemos hecho lo que hemos podido, y no tiene ningún sentido dar cifras". Este fin de semana, las cosas parecen no haber salido a la perfección, y el piloto ha admitido que tuvo problemas para conseguir que los neumáticos funcionaran y cogieran temperatura, sobre todo en el último sector del circuito Gilles-Villeneuve.
"El monoplaza ha ido bastante bien en algunas partes, pero en el último sector de este circuito siempre es complicado mantener los neumáticos en funcionamiento después de las rectas. Luego, la situación fue buena después de la segunda curva, cuando nos acercábamos a los giros, pero luego me costaba lo mismo en cada vuelta, por lo que sufrí mucho para mantener el calor en las gomas. Cuando los neumáticos funcionan parece que todo va bien, pero bueno así fueron las cosas", explica Räikkönen.
Por su parte, Maurizio Arrivabene, jefe del equipo, ha señalado que el piloto pidió por radio ahorrar gasolina, lo que finalmente provocó la pérdida de temperatura en los neumáticos. "Hablé con él y me dijo que estaba realizando muchos adelantamientos, y por eso le pedimos que ahorrara combustible. Cada vez que le dijimos que ahorrara gasolina reducía la velocidad y los neumáticos perdían temperatura, y no fue sencillo recuperarse. Son cosas que pasan a veces: algunos fines de semana salen perfectos, y otros no", añade Arrivabene.