
No obstante, Wolff se mantiene firme y sigue diciendo que los vigentes campeones no van a prohibir a sus dos pilotos luchar en pista. "Permitiendo que los pilotos luchen como hacemos nosotros, esto puede ocurrir. Les debemos a los aficionados y a la F1 el permitirles competir. Pero fue el trabajo de todo el equipo el que acabó en la grava, y esto no es lo que queremos que ocurra. Los dos saben la cantidad de trabajo duro que se realiza durante un fin de semana, y tienen la responsabilidad de llevar el coche a la meta", explica Wolff.
A pesar de que los comisarios investigaron lo sucedido después de la carrera, todo se quedó en incidente, algo con lo que Wolff está de acuerdo: "No quiero empezar a culpar al uno o al otro. Tanto Lewis como Nico están preocupados y hablamos con ellos, observando las imágenes y los datos, para determinar exactamente qué es lo que ocurrió. Hemos madurado como equipo en los últimos años, así que podremos dejar esto atrás y luchar de nuevo de forma positiva en Mónaco".