No obstante, Mercedes también ha experimentado una serie de fallos técnicos en ambos monoplazas, algo que podría haberle costado muchos puntos. "Analizar la temporada hasta ahora es una tarea interesante. Por otro lado, estamos liderando los mundiales con un buen margen, y nuestros pilotos mantienen las dos primeras plazas en el Mundial de Pilotos, por lo que si hablamos de forma realista, es difícil pedir más", apunta Wolff.
"Sin embargo, no ha sido un camino de rosas, y hemos tenido problemas que estamos tratando por resolver. Tenemos rivales respirando en la nuca y que no van a cesar en su caza. Cuanto más tiempo las reglas se queden estables, más complicado será encontrar rendimiento extra. Estamos empujando al límite para asegurar que seguimos siendo competitivos, pero si empujas al límite, en cierto momento te arriesgas a superarlo", añade Wolff.
Teniendo en cuenta que la F1 regresa este fin de semana a Europa, Wolff ha añadido que Mercedes no va a detenerse para mantenerse por delante del resto: "Todo el equipo, tanto el de chasis como el de motor, está trabajando sin descanso para extraer cada milésima del paquete sin comprometer la fiabilidad. Este es un grupo de grandes ingenieros y no tengo duda de que vamos a lograrlo".
"Como equipo, siempre estamos aprendiendo. En Hungría y Singapur el año pasado no fuimos tan bien, pero acabamos esos fines de semana de forma más fuerte, y seguimos aprendiendo de nuestros problemas. Vamos a ver grandes mejoras de diferentes equipos y de los fabricantes de motor en las siguientes carreras, así que ahora es el momento de analizar la jerarquía. El de Barcelona será un fin de semana interesante desde esa perspectiva, así que hemos de estar preparados", añade Wolff.