"Estoy 100 por ciento seguro de que mi chasis no está bien. Estoy sufriendo todo el tiempo, pero él (Ericsson) está contento con el coche desde el principio. Conduje ese coche en Barcelona y yo estaba feliz también", señaló Nasr en declaraciones a UOL.
Marcus Ericsson, por su parte, prefiere zanjar la polémica cediéndole su monoplaza a Nasr en el GP de Rusia 2016: "¿Por qué no? Estoy dispuesto (a intercambiar mi coche con el suyo). No me importaría. Voy a hacer esta propuesta y ver lo que dice. Yo ya era más fuerte que él al final del año pasado. He trabajado muy duro en la pretemporada para ser aún más fuerte este año y tengo confianza en el equipo y el coche. Creo que he demostrado claramente quién es el piloto más fuerte".