"Creo que la actual normativa sobre las unidades de potencia es demasiado cara y sería beneficioso para todos los equipos y para todo el deporte que se volviera a algo a lo que todos puedan aspirar. Los motores han costado mucho dinero y seguirán costando mucho dinero. Todo lo que se ha intentado para cambiar las cosas no ha arreglado el principal problema. Creo que ahora mismo hay muchos problemas por tratar pero parece que no se está yendo por el camino correcto", ha explicado el piloto de Ferrari.
El piloto alemán, claro está, no puede cambiar las normas y asegura que no sería bueno que un piloto o una única persona lo pudiera hacer: "No tengo poder para cambiar las normas, aunque creo que un piloto o una única persona no deberían cambiarlas, pero creo que el modo en el que están establecidas ahora mismo tampoco es el mejor. Es evidente que los pilotos no estamos aquí para dictar normas. Esto pasa en todos los deportes: el deportista no es quien dicta las normas, y tampoco queremos ser nosotros quienes lo hagan".