“El circuito de Montreal es un circuito que me gusta. Permite adelantar, tiene tres puntos de velocidades superiores a 300 km/h, con fuertes frenadas y sus múltiples chicanes te obligan a atacar tanto los arcenes interiores como los exteriores”.
También hace referencia a la baja cara aerodinámica que tienen que tener los monoplazas y la importancia de los frenos.
“En Montreal el desgaste de frenos será una de las mayores dificultades. Por primera vez esta temporada, todos los equipos utilizaremos nuestros alerones de baja carga aerodinámica para conseguir la máxima velocidad punta”.
"Venimos del circuito más lento del mundial y vamos a uno de los más rápidos. Será clave el cuidado y gestión de los dos compuestos de Bridgestone".