"Después de haber estado fuera de la F1 durante un año, fue muy bueno estar de vuelta. Fue una carrera dura, pero yo estaba muy contento objetivo ya que el ritmo era muy bueno. Fue molesto tener un pinchazo en la salida, eso comprometió nuestra carrera. No tuve ningún contacto con otro coche por lo que yo sé, pero vi las presiones bajar y sabía que algo estaba mal. En algunos aspectos, tuvimos la suerte de tener la bandera roja, pero fue incluso mejor que Fernando resultase ileso, ya que fue un gran accidente. Pudimos volver a los boxes y a la parrilla y luego tuve la carrera a partir de ahí. Tuvimos un buen ritmo, a la par con Williams y tal vez incluso más rápido. No pensábamos que tendríamos el ritmo de los diez primeros, pero al final lo tuvimos. Estoy destruido, ya que posiblemente podíamos haber estado en el punto si no hubiera tenido ese pinchazo, pero así es la vida. Para ser la primera carrera, se ve muy alentador para el resto de la temporada", comentó el ex piloto de McLaren Honda.
Monoplaza con una buena potencia, vital en Baréin
El piloto danés insistió en el buen equilibrio del RS16, la última creación del equipo de Enstone: "La sensación dentro del coche era buena, yo fui capaz de luchar y adelantar y poner el coche donde quería. Está claro que es muy manejable. No es lo suficientemente rápido para estar en el podio o incluso en la Q3, pero es un buen coche que se maneja bien y algo en lo que vamos a seguir trabajando. No necesitamos cambiar la filosofía de ninguna manera, sólo seguir desarrollándolo y (las prestaciones) vendrán a nosotros".
"Baréin no es la pista más emocionante, para ser honesto. El calor es un reto importante y es duro para los neumáticos traseros, así que tener un coche que los cuide será una ventaja. Hay cuatro largas rectas, por lo que es una pista orientada a la potencia. Disfrutaré saliendo ahí afuera y si me preguntas si la carrera pudiera, yo estaría mañana estaría allí sin hacer preguntas", añadió Magnussen, motivado para el GP de Baréin 2016.
