Los diez equipos que integran la alianza de la FOTA (contando a Honda) estuvieron trabajando duro en diferentes propuestas para rebajar los costes del deporte, pero es necesario ir un poco más allá.
El presidente de la FOTA, Luca di Montezemolo, comentó que el siguiente paso debía ser mantener una reunión con el presidente de la FIA y con el de la FOM, Bernie Ecclestone: "Es necesario reunirnos con Bernie Ecclestone para hablar de la distribución de las ganancias que genera la F1."
La crisis de la Fórmula 1, agravada por el adiós de Honda, tiene un gran aliado: los escasos ingresos que reciben los equipos pese a ser los principales paganos del "gran circo". Según el último Pacto de la Concordia firmado con la FOM, esta empresa propiedad de Bernie Ecclestone se lleva la mitad de los más de 3.000 millones de euros que ingresa cada año por derechos de televisión.
En el reparto de ese dinero, el ganador del Mundial puede llevarse alrededor de 200 millones de euros, mientras que cualquier equipo tiene derecho sólo por participar a 50 millones. Montezemolo quiere renegociar este apartado para asegurar un fijo mayor que permita la supervivencia de los equipos más pequeños, así lo ha explicado después de su reciente reunión del pasado jueves: "Estamos de acuerdo con Max Mosley en la necesidad de reunirnos con Bernie Ecclestone para hablar de la distribución del dinero y hasta dónde se pueden incrementar las ganancias."Max Mosley: "La FIA y la FOTA intentarán persuadir a la FOM para que divida el dinero correspondiente a los premios de tal manera que pueda garantizar un mínimo de 40 millones más a cada escudería. Esto serviría para asegurar la parrilla y permitir la entrada de nuevos participantes."
Sólo por estar en los Grandes Premios, un equipo tendría asegurados 90 millones al año (los cincuenta actuales más los nuevos cuarenta). Con un recorte a la mitad de los presupuestos (el objetivo que persiguen en dos años), se podría garantizar así más de la mitad del dinero necesario para competir a buen nivel. Pero para eso los túneles de viento deben dejar de trabajar todos los días del año las 24 horas, y los motorhome deben dejar de ser castillos sobre ruedas. Tampoco vendría nada mal un reglamento más estable.
Sólo en el KERS, Toyota se ha gastado en las tres últimas temporadas la friolera de 140 millones de euros. Según publicaba hace meses la revista Formula Money, vinculada a la F1, los diez equipos emplearon entre todos el año pasado la friolera de 2.536 millones de euros. Según las cifras estimadas, los derechos de televisión sólo garantizaron 1.500 millones, pero con un porcentaje escaso para los más pobres (el reparto se establece en función de los resultados en el Mundial de constructores). Se da la paradoja de que sólo Ferrari presume de cubrir la casi totalidad de su presupuesto con patrocinadores.
Pero Montezemolo sabe que la F1 se moriría sin los equipos pequeños: "Intentaremos ayudar especialmente a los equipos pequeños para la próxima temporada. Hacemos este esfuerzo porque estamos en una situación económica muy delicada. Estoy cerca de los trabajadores de Honda en este duro momento."
Lógicamente, desde la otra parte, Bernie Ecclestone rechaza esta propuesta: "Tenemos un acuerdo con los equipos que dice que recibirán el 50% de los beneficios (antes de impuestos). Lo que hagamos con nuestra parte es cosa nuestra."
La primera reunión se mantendrá a finales de esta semana, ya que el mundo del motor se dispone a vivir su gala anual de la FIA y también una reunión clave del Consejo Mundial del Motor.