La premisa fundamental es reducir costes en todos los frentes en que se pueda y ello va a incluir a los pilotos, que se van a tener que apretar el cinturón: "Los pilotos se tienen que bajar el sueldo. Siempre será mejor pagar un millón en vez de 20 en lugar de echar a 500 personas."
Habrá que ver si la FIA busca un sistema para imponer esta idea (como el tope salarial en la NBA) porque si no, es difícil que los equipos lleven a cabo esta medida. De todos modos, los sueldos actuales de los pilotos son mínimos en comparación con sus ganancias totales. La mayoría se embolsa más dinero en contratos de patrocinio o publicidad que con la nómina de su escuadra.
Un ejemplo es Lewis Hamilton, quien a principio de 2008 ganaba 5 millones de dólares, lejos del mejor pagado, que era Alonso. Luego renovó con McLaren y pasó a cobrar 25. Sin embargo, es la imagen de Pepsi y Reebok, entre otros, y eso hace que en 2009 pueda llegar a ganar más de 100 millones.