"(Tuve) un poco de dolor cuando me bajé del coche de los golpes que vas dando en el habitáculo, pero ya he pasado 24 horas con cierta normalidad. Cuando el cuerpo se enfría es cuando empiezan a aparecer los dolores. Tengo un poco dolorido el cuerpo como si hubiese entrado en una lavadora gigante y me hubiese puesto a dar vueltas, pero no tengo ninguna marca ni nada hinchado ni un hematoma grande. Dentro de dos o tres días ya estoy en la bicicleta o haciendo alguna actividad", explicó el piloto ovetense, que pudo salir por su propio pie de su MP4-31 tras producirse el accidente.
Así describe el bicampeón del Mundo el momento de su accidente durante el transcurso del GP de Australia 2016: "(En el momento del accidente) eres consciente de todo y en todo momento. Cuando estás en el rebufo intentas adelantarlo, la visión que tienes es muy limitada, ves el alerón y no ves mucho más. Cuando piensas que es el momento de salirte del rebufo y empezar a frenar, a veces no tienes la precisión necesaria como cuando estás en una vuelta tú solo. A partir de ahí cuando toco el coche de Esteban ya veo que una rueda salta por los aires y que voy sin control. Doy contra el muro de la izquierda, miro hacia el muro del fondo, veo que está lejos pero que estoy llegando a mucha velocidad porque el impacto con Esteban fue a 312 km/h más o menos y digo: 'Esta va a ser una buena torta y a ver si no me hago daño'. Es lo primero que pienso cuando choco contra el muro y luego el coche vuelca porque se mete en la gravilla y ahí ya pierdo la posición. Veo el cielo, la gravilla, luego el cielo, porque vas dando tumbos y vas chocando contra todo lo que tienes en el coche, en el habitáculo, y justo cuando se para el coche, que tampoco sabes muy bien dónde estás ubicado en el circuito, vi un hueco para salir porque estaba boca abajo y digo 'voy a salir'. Fíjate lo que estaba pensando, digo 'voy a salir y que el coche siga dando tumbos, pero yo voy a salirme ya'. O sea, no sabes muy bien ni dónde estás ni si el coche ha parado todavía ni si va a seguir. Entonces digo 'voy a salir por si acaso'. De ahí que haya salido tan rápido".
Máxima seguridad dentro del F1
Echando la vista atrás, Fernando Alonso destaca que ha tenido mucha suerte en sus accidentes más fuertes en la máxima categoría del automovilismo: "Brasil fue un golpe fuerte, la de Spa que pasó el coche de Grosjean más o menos a un palmo de mi cabeza, que si hubiese pasado un poco más atrás hoy ya no estaría aquí seguramente. Siempre estás agradecido de estos momentos. Los primeros cinco minutos sientes la frustración y la tristeza de haber abandonado una carrera, pero a los dos minutos piensas de verdad las cosas y dices 'qué suerte tengo de poder coger el avión y volver a casa'".
"(El habitáculo de un F1) está hecho de fibra de carbono, pero a diferencia del resto del coche, que es solo eso, el habitáculo está hecho de dos capas de fibra de carbono y en el medio hay una zona que está hecha como de nido de abeja con aluminio, kevlar... Y estas dos capas de fibra de carbono con este nido de abeja dentro hacen que sea prácticamente indestructible", comentó Alonso.