"La verdad es que fue una carrera sufrida. Vimos que los frenos de Nico empezaron a recalentarse demasiado deprisa, todo debido a trozos de goma que se habían metido por el conducto de refrigeración. Estuvimos controlando las temperaturas, pero la situación iba a peor. Estuvimos a punto de llamar a Nico y decirle que teníamos que abandonar la carrera. Poco a poco la situación mejoró,muy lentamente, De pronto, a falta de 15 vueltas, vimos que la cosa volvía a empeorar y el propio mecánico nos dijo que a lo mejor los frenos no aguantaban hasta el final. Por suerte, pudimos llegar hasta el final", ha explicado el jefe de Mercedes.
Nico Rosberg también admite que la manejabilidad de su monoplaza empeoró a lo largo de la carrera, aunque finalmente, el piloto alemán pudo llegar hasta el final y anotarse la primera victoria de la temporada: "Los frenos comenzaron a calentarse demasiado porque trozos de goma se colaron por el conducto de refrigeración de los frenos. La situación fue bastante crítica y me costaba controlar el coche, pero por suerte todo salió bien y estoy muy contento por ello."