Aunque el equipo de Barckley ya no vaya a participar en los test previstos en el circuito de Jerez para la próxima semana, Brawn está convencido de que tenían un coche muy bien diseñado: "Nuestra información es que, en comparación con el resto de equipos, teníamos un monoplaza muy fuerte para el próximo año que podríamos haber seguido evolucionando."
Tras el anuncio de venta por parte de la compañía nipona, la única solución pasa por encontrar un comprador dispuesto a adquirir toda la estructura del equipo y buscar un nuevo suministrador de motores. En este último aspecto, Ross se mostró convencido de que no será un problema encontrar un nuevo proveedor de propulsores.
"Creo que cualquiera de los demás fabricantes de automóviles nos ayudaría con un motor suplente si fuera necesario. El motor de suministro no es el obstáculo, encontraremos un motor para el próximo año."Además, Brawn afirmó que el presupuesto y el número de funcionarios en el futuro dependerá del comprador y consideró como una gran oportunidad la compra del equipo: "Esta es una oportunidad única para comprar un equipo con algunas de las mejores instalaciones en la Fórmula 1, mejor mano de obra y un coche que podría ser uno de los mejores."