La FOTA se reunió el jueves en Ginebra, Suiza, para discutir la situación actual del deporte, donde los jefes de los equipos conocieron la decisión de Honda. En dicha reunión, los equipos acordaron reducir los entrenamientos y la implantación de un nuevo motor para 2011.
Pero Mosley ha menospreciado sus esfuerzos y les acusa de no querer adoptar medidas reales para evitar estas situaciones: "Si los equipos no se dan cuenta de lo que está pasando, hay que abandonar toda esperanza depositada en ellos."
Tras ratificar su intención de seguir adelante con su propuesta de los motores estándar, Max ha argumentando que el adiós de Honda por motivos económicos es: "Una advertencia muy seria para que se tomen medidas drásticas. Si los equipos no se percatan ahora de lo que de verdad está sucediendo, entonces no lo harán nunca."
El máximo responsable de la FIA ha sido muy duro con la FOTA y ha asegurado que si los jefes de los equipos estuvieran al cargo de este deporte: "La F1 perdería un equipo tras otro y acabaría quedándose sin escuderías o con una parrilla con muy poca credibilidad."Sin embargo, el patrón de la F1, Bernie Ecclestone ha mantenido su tónica general y le ha querido quitar importancia a la situación: "La F1 no está atravesando una crisis más importante que la de cualquier otra compañía en el mundo y esto no será el final, eso seguro."
La FOTA por un lado y la FIA por otro se acusan mutuamente de ser los responsables, mientras los últimos sacan pecho al confirmarse sus sospechas: "La retirada de Honda de la Fórmula 1 ha confirmado la antigua preocupación de la FIA de que los costes de competir en el Campeonato del Mundo son insostenibles."
Con la situación actual y a pesar de las críticas de Max Mosley, la Federación Internacional de Automovilismo propone una tregua y a emitido un comunicado en el que aseguran que se pondrán manos a la obra para transformar a la Fórmula 1 de un deporte caro y arriesgado en otro sostenible, ayudados por la FOTA:
"Como responsables de este deporte, la FIA se ha comprometido a trabajar con el titular de los derechos comerciales y el resto de los miembros de la FOTA para asegurar que la Fórmula 1 se convierte en económicamente sostenible. Desde el punto de vista de la FIA, la recesión económica mundial ha exacerbado una situación ya de por sí crítica."