Sin embargo, en lo que respecta a McLaren-Honda, la historia es diferente, ya que la alianza anglojaponesa está desesperada por mejorar tras una temporada 2015 muy mala. Pero Simon Roberts, director de operaciones, ha admitido que el cambio de fecha del Gran Premio de Australia supuso un problema para los planes de McLaren: "Nuestro programa de diseño completo no estaba preparado para eso, así que sabíamos que teníamos un problema que solucionar. El plan de construcción está en un momento crítico; el coche ha de pasar todos los test de la FIA y estar listo para el primer test".
Además, Roberts reveló que, a pesar que la época navideña pintó bien, McLaren tuvo que acelerar el proceso: "En términos simples, pusimos en marcha ocho turnos en el programa durante cinco días, un esfuerzo enorme. En total, hubo unas 110 personas involucradas, y cuidamos de nuestros trabajadores en Navidad con un paquete competitivo. Fue algo raro el no tener todo el tiempo libre, pero hubo buen ambiente. Lo más placentero es que, una vez que pasó Año Nuevo, estuvimos siguiendo los plazos, y sentimos que el programa había superado ya esa fase. Fue un esfuerzo brutal".