Durante 2015, Red Bull se vio encadenado al nivel de rendimiento del motor Renault que, aunque mostró ser relativamente competitivo en 2014, cuando Daniel Ricciardo clamó tres victorias, fue superado claramente por sus fabricantes rivales durante este pasado año debido, sobre todo, a sus problemas de fiabilidad y competitividad.
No obstante, Rosberg cree que los logros que el equipo consiguió en el pasado y su actual nivel de conocimientos y experiencia son motivos suficientes para mantenerse alerta sobre la amenaza que podría presentar ser el equipo. "Siempre hay que dar crédito a Red Bull; es un equipo muy fuerte. Hasta hace un año y medio fueron absolutamente dominantes, simplemente imbatibles. Siempre podrían volver, así que hemos de mantener los ojos puestos en ellos".