El sueco ha comento que no estaba seguro cómo se llevarían ambos en el mismo equipo, pero cree que los dos han desarrollado una buena relación de trabajo. "Empezar la temporada era ir a lo desconocido porque Felipe y yo tuvimos algo de historia en la GP2", comenta Ericsson en Autosport.
"Tuvimos algunas batallas duras y, quizás, no fuimos los mejores amigos en la GP2 pero, para ser sincero, hemos estado trabajando bien juntos. No somos los mejores amigos, pero no creo que haya ningún motivo para eso siendo compañeros. Lo que hacemos bien es hablar las cosas, y lo solemos hacer en cada sesión. Eso es importante, sobre todo en un equipo pequeño donde no tenemos los recursos para desarrollar el coche", añade.
Un episodio que pudo haber encendido la mecha de nuevo llegó en el Gran Premio de Estados Unidos en 2015, donde tuvieron un accidente, pero ambos se sentaron y solucionaron las cosas: "En Austin tuvimos un poco de enfrentamiento, pero después de la carrera hablamos sobre ello y lo olvidamos. Eso es un punto fuerte también; estoy contento de que se quede y de que podamos trabajar juntos de nuevo este año".