"Fue muy complicado. Recuerdo ahora echando la vista atrás en Barcelona, cuando llevamos el nuevo coche: éramos un segundo más lento que con el anterior coche, y ese monoplaza no era bueno. Cuando lo trajimos fue una gran sorpresa para todos, ya que no esperábamos esos números", explica el piloto en declaraciones a la web francesa F1i.com.
Cuando la temporada dio el pistoletazo de salida en Australia, Nico Hülkenberg, compañero de Pérez, y el mexicano acabaron en los puntos, pero aún así el equipo sabía que había mucho que hacer. "El equipo no se dio por vencido; fuimos a Australia y Nico acabó séptimo y yo décimo. Logramos sumar algunos puntos y supimos que esa parte del año sería complicada, así que apostamos por las mejoras".
Más adelante, Pérez reconoce que el progreso le sorprendió. "Incluso sin las mejoras fuimos quintos en el Mundial, así que creo que lo que gestionamos para conseguir eso durante el año ha sido increíble para todo el equipo, y la forma en la que la escudería ha trabajado ha sido muy buena. Eso me dio mucha confianza para seguir con ellos. El próximo año será bueno para nosotros, porque hemos de mejorar lo que hemos logrado este año, y eso significa un gran paso adelante".