Un punto clave en esas aclaraciones fue si Haas había podido proporcionar datos o conocimientos a Ferrari, ya que el nuevo equipo no opera con las mismas reglas hasta que no figure como clasificado en la lista participante de 2016. Aún así, Mercedes ha mantenido que su queja no tenía como objetivo el equipo Ferrari, y que estaba solamente enfocada a sus propias acciones futuras.
"Creo que hay muchas conversaciones sobre Ferrari y Haas, y sobre lo que buscan y lo que significa, por eso quiero enfatizar de nuevo que pedimos a la FIA una aclaración sobre lo que podríamos hacer en el futuro. Estuvimos buscando patrocinios con algunos de los equipos que son nuestros propios clientes de motores para optimizar el desarrollo aerodinámico, y no estábamos seguros sobre las reglas, que eran ambiguas. Por ello, pedimos que se nos guiara, para que cada equipo tuviera una comunicación transparente y abierta", apunta Wolff.
Después de que las regulaciones se hayan endurecido para clasificar a Haas como participante oficial, sumado la posibilidad de frenar cualquier transferencia de datos a Ferrari, Wolff ha añadido que Ferrari merece cualquier ventaja que haya conseguido al sacar partido de las lagunas: "No creo que trabajaran de forma ilegal. Creo que Ferrari y Haas interpretaron las reglas correctamente y, por ello, no nos tocaba a nosotros buscar aclaraciones por el pasado, pero queríamos una base sólida para el futuro para nosotros y para que todos tuvieran información transparente".