Sin embargo, Ricciardo ha señalado que el equipo mantiene su espíritu y motivación usuales, y que está haciendo todo lo posible para volver a estar al frente. "Algunos aficionados lo ven como si fuéramos unos mimados porque, ahora que no estamos ganando, nos quejamos, pero no creo que sean excusas, es simplemente que no nos gusta perder".
"El equipo se acostumbró a ganar durante cuatro o cinco años pero, para mí, eso es una muestra de equipo verdadero. Te conviertes en adicto al éxito y no estás contento cuando no lo tienes. Los mecánicos son todos competitivos, entrenan y corren casi cada noche en el circuito, así que ellos ya tienen ese aspecto metido dentro. Quizás tenga también algo que ver con la imagen del equipo, siempre quieres ser el mejor", explica el australiano.
Con ambos títulos ya sentenciados para Mercedes, Red Bull se encuentra en la cuarta posición en el Mundial, 71 puntos por detrás de Williams y 60 por delante de Force India. "Aún veo a todos motivados; yo sigo estando motivado y, aunque es algo más triste irse el domingo por la noche sin haber logrado ningún trofeo que mostrar, creo que podemos restaurarnos rápidamente. Vamos a cada carrera con la misma motivación, y yo sigo emocionado. Es duro ir a una carrera y no pensar que vamos a ganar, pero creo que luego te marcas otros objetivos para mantenerte motivado".
La amenaza de Mateschitz de abandonar la F1 con Red Bull podría tener consecuencias a largo plazo, tanto para Ricciardo como para otros pilotos del equipo, pero el australiano, aunque sin ser capaz de ofrecer nada concreto, es optimista y cree que se conseguirá un acuerdo para que el equipo se mantenga en la parrilla. "No hay avances aún, y esa es la verdad. Cuanto más se alargue, más complicado será, pero quizás confío más en que estaremos en la parrilla que antes. Creo que estaremos porque todo el mundo quiere estar, es solo cuestión de saber con qué estaremos".
