Por su lado, el periódico alemán Welt recoge declaraciones de los organizadores de la carrera, que indican que las 300.000 entradas para el Gran Premio de México podrían haberse vendido si la remodelada pista pudiera acoger a tanta gente. Por ello, se cree que se añadirán más gradas para la carrera del año que viene.
Y todo esto tiene un claro contraste con lo que ocurre en Alemania, cuya carrera desapareció este año del calendario después del reducido interés local. Aún así, Hockenheim regresará en 2016, pero el futuro a corto plazo sigue siendo incierto. "Quizás los aficionados estén algo cansados de la F1, o quizás las entradas son demasiado caras. Sinceramente, no sé qué ocurre, es un misterio", indica Vettel.
A pesar de su 46% de pobreza, México acogió a gran cantidad de aficionados, que tuvieron que pagar un precio muy similar al de las entradas para Alemania. "Creo que vi más banderas alemanas en México que en Alemania. En el pasado, las carreras en Alemania fueron geniales, pero no en los últimos años. Es una pena ver cada vez menos alemanes venir a las carreras, a pesar de que haya pilotos alemanes peleando por victorias. Otros países nos muestran que la gente en general tienen pasión por este deporte".