Sin embargo, en la columna que escribe en el periódico Bild, Rosberg ha argumentado que raramente se había sentido tan mal en su carrera deportiva como en ese momento: "¿Alguna vez has visto en 'Supervivientes' cuando han de comerse testículos de buey? ¡Totalmente asqueroso! Pues así es cómo me sentí después de la carrera en América".
Además, el alemán indicó que después de perder el Gran Premio en los minutos finales por un error inexplicable, lo único que no quería hacer era celebrar algo. "Simplemente estaba muy enfadado. Conmigo mismo, con Lewis y con la situación, con todo. No hablo de perder el Mundial, porque Lewis se lo merecía este año, pero Lewis no ganó la carrera en Austin, yo la perdí. Si puedes explicar un error, no hay problema, pero en ese momento sentí como que hay algo invisible tratando de impedirme tener éxito".
Respecto a la carrera, el incidente en la primera curva con Hamilton no ayudó a calmar el enfado del alemán: "Hay reglas internas en el equipo, y yo las cumplí, pero Lewis no. Fue demasiado lejos. Por eso le lancé la gorra que me había pasado y que cayó en mi barriga. Somos deportistas, pero también humanos. Estamos bajo una presión enorme durante todo el fin de semana. Necesito un par de días ahora para digerir ese día pero, por suerte, la siguiente carrera es en México este domingo. Lo veo ahora como un pequeño Mundial de tres carreras, y quiero ganarlo".