"Incluso me preguntaron después de la carrera en Sochi si ayudaría a Lewis ahora que Sebastian están dándole caza aún más, pero para ser sincero no estoy pensando en eso, y no creo que vaya a suceder. Espero que en 2016 los tres tengamos una batalla muy reñida por el título", añade. Por desgracia para Rosberg, las sensaciones en el paddock son que Hamilton ya tiene prácticamente agarrada la corona de este año. "Matemáticamente sí, pero Lewis tendría que retirarse ahora e ir a casa", respondió Niki Lauda cuando se le preguntí si Rosberg aún puede ganar este año.
Por ahora, Hamilton quiere mantener los pies en el suelo, aunque reconoce que la distancia que ha abierto con sus perseguidores es considerable. "No puedo creer los puntos que tengo y esa distancia. Nunca antes la había tenido, nunca". Por su parte, Toto Wolff, jefe del equipo Mercedes, ha indicado que aunque la temporada de Rosberg ha acabado prácticamente, los dos pilotos de su escudería han estado bastante igualados: "Todo el mundo habla del dominio de Lewis, pero se olvidan de lo reñida que suele estar la situación. Nico no ha tenido nada de suerte en las últimas carreras. Cuanto más lo veo, más me doy cuenta de lo bueno que fue Rosberg en Sochi".
Quizás, para el resto de temporada 2015, el mayor enemigo de Hamilton frente al título es el tipo de fiabilidad que azotó a Rosberg en las últimas carreras. Además, Mercedes acabó la carrera en Sochi preocupado por un problema en el alerón trasero del coche de Hamilton. "Básicamente, no estoy preocupado, pero en la F1 siempre estás al límite. Los problemas en Sochi mostraron que, una vez más, nunca puedes ser demasiado confiado", apunta Wolff.