
Después de que estas rencillas acabarn siendo públicas y de que a principios de 2015 la situación comenzara a ser insostenible, Red Bull decidió romper su matrimonio con la marca francesa. Mientras que por su parte Renault ha decidido emprender su propio camino y recuperar su equipo constructor en la F1, Red Bull, y también Toro Rosso, siguen sin saber qué motorista les diseñará las unidades para 2016. No obstante, después de que Mercedes rechazra ser su motorista, Ferrari parece ser la única baza para los de Milton Keynes.
En este sentido, Horner ha insistido en que las opciones limitadas no son motivo para retener a Renault, alegando que los franceses están dos o tres años por detrás en desarrollo. "Desde que cambiaron las reglas sobre el motor, vivimos en un mundo muy diferente. Solamente hay dos motores capaces de competir por la victoria en carrera y, por desgracia, Renault está por detrás. Parece que van a pasar dos o tres años hasta que puedan estar en una posición para competir de nuevo. Como cliente, no podemos permitirnos esperar tanto tiempo".
Y, aunque muchos se preguntan porqué ningún motorista querría ofrecer sus unidades a Red Bull dada su actitud abierta ante la situación con Renault, Horner no cree que eso vaya a detener a futuros socios: "Quizás hemos pecado de haber sido honestos, ya sea por mis comentarios, los de Adrian Newey, los de Helmut Marko o, más importante, los de Dietrich Mateschitz, ya que es él quien al final paga las facturas. No creo que eso tenga un impacto a la hora de influenciar a otro suministrador", explica Horner.