No obstante, Ferrari ha ofrecido a Red Bull un motor obsoleto de 2015 para el año que viene, mientras que Mercedes ha vuelto a negar los rumores que indican que podría suministrar motores a la escudería de Milton Keynes. "Imposible; la negociación terminó hace mucho tiempo. Ellos tenían el enfoque erróneo, que a Mercedes no le gustó, y ahora la puerta está cerrada. Deberían irse con los de Maranello", explica Niki Lauda, presidente de Mercedes, en La Repubblica. Además, el austriaco añadió en el periódico Blick: "Es extraño que los nombres de Red Bull y Mercedes se mencionaran juntos, porque a Mateschitz no le gusta Mercedes".
Entre todos estos problemas e incertidumbre, la familia Verstappen parece no mostrar preocupación sobre el futuro de Max en la marca de Milton Keynes. "No creo que sea necesario preocuparse. No sé lo que ocurrirá y lo que se está debatiendo, pero mi sensación es que Red Bull y Toro Rosso estarán en la parrilla el año que viene", comenta Max Verstappen en declaraciones para la publicación holandesa De Telegraaf. Por su parte, Jos Verstappen, padre del joven, ha sugerido que su hijo tendría otras opciones si Red Bull abandonara: "Max ha dado una gran impresión en los últimos meses y estoy convencido de que todo se arreglará. Sería genial si puede continuar con Red Bull y Toro Rosso".