
No obstante, la escudería de Milton Keynes no solo busca tener motores Ferrari, sino que también quiere total igualdad. De no ser así, el grupo Red Bull podría marcharse del deporte por falta de motor competitivo con el que luchar por el Mundial. "Red Bull no quiere tener motores cliente que tengan 30 o 40 caballos de potencia menos y que puedan manipularse por el constructor en caso de que el equipo cliente ponga en peligro la situación del equipo constructor", reza Speed Week esta semana con declraciones de Dietrich Matestichz, propietario de Red Bull.
"A Red Bull le encantaría continuar en la F1 solamente si Ferrari está de acuerdo en proporcionar motores verdaderos que estén al mismo nivel que los motores de Vettel y Räikkönen. Como equipo cliente, solamente recibirás un motor que sea lo suficientemente bueno como para restar puntos de tus rivales inmediatos. Pero este motor nunca será tan bueno como para batir al equipo constructor. Con un motor cliente como ese nunca volveríamos a ser campeones y, si ese es el caso, perderemos el interés", añade Mateschitz.