"El Gran Premio de Singapur es muy extraño. Cambia la rutina habitual de los pilotos en todo, desayunamos a las tres de la tarde y almorzamos a las siete. Nos vamos a dormir muy tarde y nos levantamos muy tarde. Pilotar de noche siempre es diferente, sin embargo, me han dicho que las luces son muy potentes y desde el coche casi no notas que es realmente de noche", señaló el piloto madrileño.
Altas temperaturas de pista
Teniendo claro que Marina Bay es un trazado en el que prima el agarre mecánico y la carga aerodinámica del monoplaza, Sainz espera que el STR10 pueda estar en una buena posición durante este fin de semanas: "Además habrá temperaturas más elevadas que las que tenemos cuando corremos en Mónaco, eso seguro. Parece un circuito interesante, largo, con muchas curvas, frenadas, baches...y se adaptará bastante bien a nuestro coche".