"Está claro que ha sido un paso enorme en la dirección equivocada. Es la pérdida más grande que he tenido en un día durante toda la temporada, así que es algo muy malo, y ahora he de recuperar algunos puntos. Seguiré luchando; rendirse no va conmigo. Por ello, simplemente seguiré peleando y he de intentar ganar las dos siguientes carreras de alguna forma", explica el piloto de Mercedes.
Los problemas de Rosberg comenzaron el sábado por la mañana, cuando después del final de la tercera sesión de entrenamientos, un fallo en el sistema de refrigeración obligó al equipo a cambiar el motor y utilizar una versión más antigua, usada en Bélgica. "El fin de semana completo fue completamente mal y tuve mala suerte, creo. Hay muchas repercusiones por este fallo del motor".
"De hecho, no fue un fallo del motor, sino del chasis, y eso me obligó a cambiar motor. El hecho de que explotara a dos vueltas del final fue increíble, es incluso más decepcionante. Iba a intentar luchar con Vettel, porque al final pude refrigerar los frenos lo suficiente como para atacar, y de verdad iba a intentarlo", añade el de Mercedes.