
"Decidimos de forma unánime que para el 2011 el coste de los motores debía ser de cinco millones, en comparación con los más de 20 que cuestan actualmente."
Luca di Montezemolo además aprovechó la ocasión para contarle a la prensa que destrozó el televisor por el que estaba siguiendo la última carrera de la temporada en Interlagos al ver que Lewis Hamilton conquistaba el título mundial:
"Afortunadamente teníamos otro televisor, así que pude ver la ceremonia del podio, con la que disfruté."