A sus 32 años, Wolff ha participado en tres entrenamientos libres en las dos últimas temporadas pero asegura en declaraciones a la CNN que su aventura puede estar llegando a su fin. "No puedo estar esperando eternamente por si surge mi oportunidad," reconoce. "No parece que vaya a haber muchas opciones de ser titular el año que viene. Este va a ser un invierno de reflexión".
"Soy muy ambiciosa pero también muy realista. Va a ser complicado, muy complicado," admite la escocesa, que vio como sus oportunidades de participar en un Gran Premio se vieron limitadas cuando el equipo Williams, ante la posible baja de Valtteri Bottas de cara a la carrera de Malasia, acudía al mercado para contratar a Adrian Sutil como suplente ignorando la posibilidad de alinear a Wolff.
"No fue el mejor momento de mi carrera," recuerda. "Se habló mucho de ellos en la prensa. Adrian no ha probado el coche así que al final, todo fue una bola de nieve que no se tradujo en nada. Pero el momento en el que se anunció la llegada de Adrian no fue nada bueno para mí. Sólo consiguió que me reafirmara en hacer un buen trabajo cuando me subiera al coche".
Respeta la decisión del equipo
"Hay que ver los dos lados de la historia. Si me pongo en el lugar del equipo, tenían un coche lo suficientemente rápido como para subir al podio y un piloto de pruebas que nunca había corrido una carrera. Querían a alguien con experiencia en carrera y puedo entender su posición," explica. "No creo que haya presión contra mí en el equipo, sólo sintieron que esa era la decisión correcta en aquel momento".
Después de los intentos de la italiana Giovanna Amati con Brabham en 1992, quien terminó siendo relevada tras los tres primeros Grandes Premios, Susie Wolff ha sido la piloto que más cerca ha estado de aumentar la cifra de cinco mujeres que han corrido en Fórmula 1. Dos séptimos puestos en la temporada de 2010 del DTM fueron su carta de presentación antes de enrolarse en el equipo Williams en 2012.
