Así pues, el nuevo reglamento recibió luz verde con la esperanza de anteponer el piloto al ingeniero, y Rosberg espera que pueda usar esta nueva medida a su favor. "Me gusta porque me da la oportunidad de intentar batir a Lewis en este área. Hasta ahora era complicado porque no era algo que estuviera en manos del piloto".
"Va a ser un reto, de verdad, porque hasta ahora los ingenieros lo controlaban mucho, y ellos se encargaban de los ajustes y de todo. Ahora, el hecho de estar en nuestras manos es un gran reto, así que será interesante. Será sencillo de hacer, pero será complejo hacerlo bien. El procedimiento es el mismo, pero has de ser capaz de reaccionar más, porque el embrague no estará en la posición perfecta porque no se ajustará al completo", añade Rosberg.
Después de las malas salidas de los pilotos de Mercedes en Silverstone y Budapest, Hamilton está al tanto de que los nuevos procedimientos puedan causar más problemas una vez que se apaguen los semáforos: "El hecho de que no podamos cambiar el embrague ni prepararlos antes va a ser interesante, porque el embrague varía mucho de temperatura durante las salidas. Si está frío o demasiado caliente, marcará una gran diferencia en cómo se gestione la fuerza de torsión a través de los neumáticos. Será interesante ver lo diferente que es para todos".