"Independientemente de si pilota para Red Bull o no, creo que la relación habría dado un giro positivo. Durante nuestro tiempo en Red Bull, ocupábamos el terreno del otro, así que no fue una situación fácil de gestionar. Aprendimos mucho sobre nosotros: yo al final de mi carrera, y Seb al comienzo de la suya. Las cosas fueron muy rápido en esa relación, en cuanto a cómo solíamos competir el uno contra el otro. Ahora estoy fuera de la F1 y las cosas siguen cambiando rápido. No tengo muchos enemigos en mi vida, por no decir ninguno. Nos respetamos mucho", explica Webber en Motorsport.com.
Dada la naturaleza polémica durante su época en Red Bull, especialmente a partir de la temporada 2010, Webber ha admitido que habló tanto con Vettel como con Dietrich Mateschitz, fundador de Red Bull, de cara a la publicación de su libro, para explicarles lo que iban a encontrarse. No obstante, el australiano no habló con Christian Horner, jefe del equipo. "Hablé con Seb y con Dietrich. El libro fue un reflejo real de cómo me sentí en ese momento y de cómo fueron esos años en mi carrera. No es un reflejo de Red Bull en sí, sino de Milton Keynes, el equipo en sí".
Además, Webber ha apuntado que no estuvo necesariamente a favor de escribir un libro polémico, sino de contar las historias de su carrera deportiva y el camino que siguió hasta llegar a la F1: "Al principio no me gustaba mucho la idea del libro. Era más divertido escribir mis inicios, la determinación que tuve para superar esos primeros años. Y es solo cuando echas la vista atrás cuando piensas: 'Guau, en verdad hice muchas cosas'. Esa ha sido la mayor sorpresa para la gente, saber lo duro que fue pasar por ese periodo en mi carrera".