Dejando a un lado los problemas de rendimiento y fiabilidad del motor Renault, lo que de verdad estaba afectando a Kvyat, según él dice, fueron los problemas de fiabilidad en los fines de semana de competición, en un año en el que está ajustándose a su nuevo equipo. Al mismo tiempo, Helmut Marko, consejero de los equipos Red Bull y Toro Rosso, tampoco escondió sus preocupaciones ante la prensa. "Fue muy complicado para mí, sin duda", admite el joven piloto.
"No todo el mundo se dio cuenta de que no podíamos hacer lo que necesitábamos los viernes, no podíamos entrenar. El motor no nos lo permitía; me quede sentado durante muchas sesiones. Las cosas empezaron a cambiar cuando el motor mejoró en fiabilidad y nos permitió estar en pista los viernes, y los resultados empezaron a llegar desde entonces. No había olvidado a pilotar de un año a otro y, sinceramente, no necesito que nadie me diga lo que he de hacer para ser más rápido", insiste Kvyat.