Daniel Ricciardo (7º, 36 puntos):
"Personalmente, me encantan esas carreras en el verano europeo cuando tienes altas temperaturas y, normalmente, buen tiempo. Además, la de Hungría es la última antes del parón veraniego, y eso tiende a poner a todos de buen humor. Normalmente hay una buena fiesta el domingo y, debido al parón, todos suelen quedarse y pasarlo bien. Budapest es una ciudad bonita, con buenos restaurantes y bares; los aficionados son muy leales y, básicamente, es un buen lugar para tener un Gran Premio. El circuito es genial para una vuelta en clasificación, una de las mejores del año. Es revirado y está bacheado y has de usar mucho los pianos, así que conseguir una vuelta con neumático nuevo y mucha gasolina es divertido. Pero, por la misma razón, la carrera suele ser bastante dura y no hay muchos adelantamientos. La del año pasado fue buena para mí. De las tres victorias del año pasado, esta fue una que gané muy emocionado. Es difícil de saber, pero quizás fue la mejor victoria de las tres".
Daniil Kvyat (8º, 27 puntos):
"Solía disfrutar mucho del circuito en la Fórmula Renault 2.0, pero probablemente es un poco demasiado estrecho para los coches de F1 modernos. Pero aún así, en clasificación te hace empujar al límite. Estás justo en el límite y no consigues dar un respiro durante la vuelta. Creo que esa es la gran característica de esta pista. Conseguí la pole y gané allí en la FR 2.0 en el año 2012, y estuve en el podio en la GP3, así que tengo buenos recuerdos de haber competido allí. El circuito en sí es bastante exigente; necesitas hacer bien cada vértice y no cometer ningún eror en tu trazada. Es complicado hacerlo bien en esta pista, pero normalmente me divierto mucho".