Ron Dennis ha acertado este año marcando claramente quién es el piloto titular y volcando sus esfuerzos en el inglés. Paralelamente, en Ferrari no han dado una con errores infantiles, sin rumbo en muchos grandes premios. Hamilton ha ganado el Mundial en la última curva. Massa lo perdió en el cómico incidente de la manguera en Singapur.
McLaren ha sabido crear equipo entorno a un piloto, mientras que Ferrari no ha trabajado como equipo en todo el campeonato. Un merecido mundial para Hamilton, que no ha dejado de arriesgar, a veces sin cabeza, pero casi siempre con resultados positivos. Pero esto es sólo el comienzo de la carrera del inglés. Tiene un título, un buen coche pero todavía no el respeto de sus compañeros y el reconocimiento mundial. ¿Lo conseguirá en 2009?