Después de varias operaciones debido al fuerte accidente y la pérdida de un ojo. de Villota recibió luz verde para volver a pilotar. Sin embargo, la madrileña murió un año después como consecuencia de las heridas neurológicas que sufrió. Así, el accidente ha estado bajo investigación de la entidad Health and Safety Executive (HSE) durante tres años, y ahora el resultado es que el equipo no es culpable.
La propia investigación de Marussia declaró que no había nada malo en el coche, pero la escudería podría haberse enfrentado a una sanción o incluso a un veredicto criminal por crear un ambiente de trabajo inseguro. "La investigación se ha completado ya y no se va a tomar ninguna medida. Tanto la empresa [Manor Grand Prix] como la familia de la fallecida han sido informados", confirmó un portavoz del HSE. Cuando se le preguntó si se encontró culpable a la piloto, añadieron: "No es apropiado decirlo. Sin embargo, como ocurre en todos los accidentes, hay una serie de causas involucradas".