Desde noviembre, el francés ha estado en el hospital situado cerca de su casa en Niza, y todavía sigue en coma. "Va a ser difícil. Va a ser duro para todos, ya que Jules estará en el pueblo contiguo. Vamos a tener sentimientos diversos, de verdad. Estamos llevando las siglas JB17 [las iniciales de Jules Bianchi y su número de competición] en el monoplaza durante todo el año. Una cosa que de verdad nos empujó para seguir trabajando durante el invierno fue la idea de no malgastar todo ese esfuerzo [el de Bianchi]", explica John Booth, jefe de Manor Marussia.
Trabajando en el nuevo monoplaza
Después de perderse la carrera en Australia, Manor solamente pudo competir de verdad en la pasada carrera de Barcelona, donde se perdieron los test posteriores, ya que no tenía sentido para ellos. Y es que todo el esfuerzo está enfocado en el nuevo coche, pero no hay garantías de que vaya a ver la luz antes del final de la temporada europea. "Seguimos trabajando para tener el nuevo coche este año. Nos marcamos el objetivo imposible de hacerlo en agosto, pero sería un milagro si lo tenemos listo para entonces".
Por ahora, Will Stevens y Roberto Merhi seguirán a los mandos del monoplaza en Mónaco, pero no hay nada claro de cara al futuro. "En un mundo ideal, nos gustaría mantener a ambos durante toda la temporada", insiste Booth. Actualmente, Manor Marussia tiene su fábrica en el norte de Inglaterra, pero no se descarta la posibilidad de que regrese a Banbury, cerca de Silverstone, aunque esa fábrica ahora pertenece a Haas F1 Team, que debutará en F1 en 2016. "Esperamos reubicarnos en agosto. He estado en el lugar algunas veces, buscando equipamiento, pero está todo en malas condiciones", dijo Booth haciendo referencia a Leafield, antigua fábrica de Caterham.