Un adelantamiento. Michael Schumacher a Wurz en 1998
Debido a su escasez, elegir un adelantamiento en Mónaco nunca es fácil, pero sin duda uno de los mejores se lo hizo Schumacher a Wurz en 1998. Sin apenas espacio, el alemán le tiró su Ferrari al austriaco en Loews, la curva más lenta del mundial. Pero Wurz no se iba a rendir, y recuperaría su posición en el siguiente giro para, a continuación, ser rebasado de nuevo en Portier por un encorajinado Michael Schumacher que se estrenaba con Ferrari. Dos coches emparejados durante tres curvas por la ratonera monegasca. Una imagen que no es demasiado usual.
Un accidente. Alberto Ascari en 1955
En 1955 la Fórmula 1 regresaba a Mónaco tras cuatro años de ausencia, y el regreso nos dejó uno de los accidentes más famosos de la historia del automovilismo. Sería el de Alberto Ascari, que se estrelló con su Lancia en la salida del túnel a veinte vueltas del final cuando rodaba segundo. El monoplaza salió disparando, superando las barreras de seguridad y cayendo al mar Mediterráneo que baña las costas monegascas. Un accidente múltiplemente reproducido en el cine del que afortunadamente el bicampeón italiano fue rescatado sano y salvo, pero, ironías de la vida, fallecería solo unos días después en un accidente en Monza.
Una carrera memorable. 1984
Desde luego, Mónaco nos ha dejado multitud de grandes carreras, pero si hay que quedarse con una, la de 1984 es la carrera de las carreras. Bajo un diluvio de dimensiones bíblicas, dos jóvenes semidesconocidos, Ayrton Senna y Stefan Bellof, comenzaron a volar sobre el circuito, remontando desde el fondo de la parrilla hasta la segunda y tercera posición. Cuando ambos acechaban al líder de la prueba, Alain Prost, la FIA decidió sacar bandera roja y dar por finalizada la prueba ante las quejas del francés, que acabó quedándose la victoria pero sumando la mitad de puntos por no completar todas las vueltas, lo que a la larga le haría perder el mundial con Lauda.
Una polémica. Michael Schumacher en 2006
Michael Schumacher siempre fue un piloto tan brillante como polémico, y en el Gran Premio de 2006 dejaría una de sus mayores fechorías en pista. Con el mejor tiempo de la sesión de clasificación en su mano, el alemán perdió el control de su Ferrari quedándolo aparcado en La Rascasse y bloqueando así la última vuelta de su rival, Fernando Alonso. En reuniones posteriores, la FIA entendió que la maniobra de El Kaiser fue deliberada y decidió excluirlo de la clasificación. El domingo, desde la última posición, Schumacher sacó todo su talento y remontó hasta la quinta plaza, una de las mayores remontadas de la historia de Montecarlo.
Una gran actuación. Jules Bianchi en 2014
Objetivamente, es probable que haya habido mejores actuaciones a lo largo de la historia de Mónaco, pero hoy es ésta la que toca recordar. Con el peor coche de la parrilla, Bianchi logró terminar noveno en la carrera del año pasado, sumando así los primeros puntos de la historia del equipo Marussia. El francés incluso llegó a meta octavo, pero una penalización le hizo perder el puesto con su compatriota Grosjean. Pese a todo, pudo mantener lejos a pilotos con mucho mejor coche como Magnussen o Raikkonen y sumar unos puntos de oro que son el mejor recuerdo que nos queda mientras Jules lucha por su vida.
Un día para olvidar. Ayrton Senna en 1988
Puede parecer irónico que el mayor dominador de la historia de este circuito sea el protagonista del día para olvidar, pero en la carrera de 1988 Senna estaba siendo tan perfecto que a él mismo le desconcentró. El brasileño estaba volando por el Principado y lideraba con casi una vuelta de ventaja con respecto a Prost. Entonces un error, una pérdida de concentración en Portier y el McLaren-Honda parado en la entrada del túnel. Senna se bajaba del coche abatido y derrotado, no volvería a pasar. A partir de ahí Ayrton ganó todas las carreras que corrió en Mónaco hasta el día de su muerte. El borrón de 1988 no oculta las seis victorias del mayor talento que ha pilotado nunca en Montecarlo.