
"Una cosa es estar en una posición en la que no eres competitivo pero puedes ver la salida a los problemas, y otra cosa es no ser competitivo y ver que tu socio parezca no querer comprometerse. Honestamente, desconozco el motivo. Parece que es algo tipo: 'Sí, oímos lo que dices'. En los test de pretemporada, tuvimos doce días y un 'filming day' en el que creo que tuvimos seis fallos grandes. Por eso, nuestro kilometraje fue muy restrictivo por los problemas del motor y, tras medirla con el sensor de torsión en esos tests, la potencia que tenemos es exactamente la misma que el año pasado", indicó Newey en The Guardian.
Mucho que solucionar
Estos comentarios no han gustado en absoluto a Abiteboul y, cuando Auto Hebdo le preguntó sobre lo que había dicho Newey, el francés respondió: "Sí, es complicado tener un socio que miente. Adrian es un hombre encantador y un ingeniero sin igual, pero ha pasado su vida criticando a los motoristas. Es demasiado viejo para cambiar sus formas".
A pesar de la tensión, Abiteboul sigue queriendo que ambas partes cooperen: "Hemos de trabajar juntos para comprender los problemas, tanto los del motor como los del chasis. Nuestras cifras han mostrado que el déficit del tiempo por vuelta entre Red Bull y Mercedes en Melbourne se dividió de igual manera entre los problemas de manejabilidad, el rendimiento del motor y el rendimiento del chasis. Por tanto, es el paquete en general el que necesita ayuda, y hemos estado trabajando con el equipo para avanzar. Hemos sido especialmente agresivos con el desarrollo y deberíamos de ver los resultados mucho más claramente en Malasia, sobre todo desde que tuvimos la oportunidad de afinar el motor usando datos de Australia".