La justicia nunca había tenido que llegar a dichos extremos en la Fórmula 1, sin embargo, finalmente se alcanzó un acuerdo entre las dos partes. Van der Garde acordó rescindir su contrato con Sauber a cambio de una indemnización de 15 millones de euros. Pero, pese a que todo terminó bien para Kaltenborn, la directora del equipo suizo se mostró bastante sorprendida con la resolución.
"Cuando te encuentras frente al tribunal australiano y escuchas la palabra cárcel entras en estado de shock. Si la FIA le hubiera concedido su superlicencia, habría tenido una posibilidad para pilotar uno de nuestros coches en Australia, pero no fue así", declaró Kaltenborn para el diario suizo Sonntagsblick.
No obstante, la de Sauber reconoció que tuvo su parte de responsabilidad en este lamentable episodio. "Sí, he cometido errores. Me he confiado demasiado y he sido castigada de forma muy amarga. La justicia no basa sus sentencias en principios morales, sólo cuentan los acuerdos escritos, las demás circunstancias no importan", concluyó.