"En aquellos días no éramos los mejores amigos. Hemos tenido entre nosotros varias luchas que han terminado con un accidente. Ambos somos pilotos muy competitivos, pero en las pruebas de pretemporada ya estábamos trabajando muy bien juntos", explicó el piloto de Sauber en declaraciones al canal deportivo nórdico Viasat.
No obstante, parece que el hacha de guerra ya está enterrada entre estos dos rivales, tal y como explicó el propio Marcus Ericsson en declaraciones en un evento en Suecia: "No habíamos hablado desde esos días en la GP2. Sin embargo, cuando Felipe firmó el contrato con Sauber, volví a hablar con él y lo felicité. Entonces dijimos que deberíamos olvidar todo lo que había pasado anteriormente".
Su temporada en Caterham le ayudó a mejorar como piloto
El piloto sueco cuenta con una importante experiencia de 16 Grandes Premios en la categoría reina del automovilismo, tiempo que no estuvo exento de complicaciones y dificultades. Durante la mayor parte de la temporada, Caterham contaba con el monoplaza menos competitivo de la parrilla, por lo que Marcus Ericsson tuvo que acostumbrarse a rodar en las últimas posiciones del pelotón. Así lo relataba el piloto sueco: "Mi primera temporada (en la Fórmula 1) no fue fácil ni en el aspecto deportivo ni en el aspecto psicológico. Fue un momento difícil. Esperábamos mejores resultados, pero aprendí mucho y me volví más fuerte, especialmente psicológicamente".
"Hasta las tres carreras que me perdí al final, todo iba bien y quizás fue por eso precisamente por lo que estoy sentado aquí ahora. Era importante que firmase el contrato con Sauber en Noviembre", finalizó el ex piloto de Caterham, que afronta con muchas ganas su segundo año en la categoría reina del automovilismo.